Hay veces que a los promotores de lectura se nos mira como bichos raros... la mayoría de las veces lo somos.... y, cuando nos reunimos varios, se nos ocurren cosas que a ojos de otros parecieran locas... El domingo pasado, organizados por el Consejo Estatal de Lectura, nos fuimos a un nuevo escenario que nos ha abierto las puertas: una de las muchas tiendas de la cadena Soriana.
Ahí, arropados por un entusiasta gerente general, se colocaron un par de mesas con libros dispuestos a volar (de la actividad "Libros a volar" que consiste en regalar libros a condición de que, quien se los lleve, los regale posteriormente a otros para que sigan circulando).
Se puso además una tarima con dos micrófonos desde donde se regalaron lecturas preparadas por los integrantes del Consejo y por entusiastas improvisados. Un tercer micrófono rondaba el interior de la tienda recabando impresiones de los clientes e invitando a leer. ¿Locura? ¿Pérdida de tiempo? ¿Espectáculo?... la verdad no lo sé.
Pero si acaso es locura pues resulta contagiosa porque nos involucramos en la actividad gente del ICHICULT,de PRONAP, de Salas de Lectura, de SEECH, del Programa Estatal de Lectura, DEMAC, UACH... todos reunidos con el mismo fin.
Mis hijos adolescentes (que se negaron a acompañarme) me miraban incrédulos cuando les platiqué lo que sucedió y lo que me atreví a hacer "¡¡¡¿De veras leíste entre las naranjas?!!!" "y ¿No te encontraste conocidos por ahí que te reconocieran?!!!" Esas y otras preguntas lanzaron sorprendidos y yo me sonrío de su asombro.
La actividad se llamó justo así "Entre frutas, verduras y lecturas" y como yo quise leer uno de los cuentos que venden en dicha tienda pues lo hice recargada sobre una pila de brillantes y aromáticas naranjas... igualito que un bicho raro que se posa donde no debe. Y así me siento cada vez que voy a leer a esa tienda desde el micrófono que se usa para anunciar las ofertas, como un bicho raro al que quizá pocos escuchen, a otros moleste, pero satisfecha de seguir haciendo lo que tanto me gusta: intentando contagiar de esta delicia.
Este domingo no sólo leí desde el departamento de frutas sino que también tuve el privilegio de leer desde la tarima y, bueno, entusiamsada aun por aquello del día internacional de la mujer ¿qué creen que leí? nada más y nada menos que "Parábola del trueque" de mi queridísmo y favorito autor Juan José Arreola (lo pueden encontrar en http://sonoralectura.wordpress.com/2008/04/02/16/
Y al grito de ¡¡"Caaaaambio esposas viejas por nuevaaaaas"!! Me aventé todo el relato. Al menos dos personas preguntaron dónde podían encontrar el libro, jeje.
Les mando un abrazo,
Claudia Gaby
(Mariposa-bicho-raro-
que-se-posa-entre-las-frutas-
para-leer-un-rato)
Ahí, arropados por un entusiasta gerente general, se colocaron un par de mesas con libros dispuestos a volar (de la actividad "Libros a volar" que consiste en regalar libros a condición de que, quien se los lleve, los regale posteriormente a otros para que sigan circulando).
Se puso además una tarima con dos micrófonos desde donde se regalaron lecturas preparadas por los integrantes del Consejo y por entusiastas improvisados. Un tercer micrófono rondaba el interior de la tienda recabando impresiones de los clientes e invitando a leer. ¿Locura? ¿Pérdida de tiempo? ¿Espectáculo?... la verdad no lo sé.
Pero si acaso es locura pues resulta contagiosa porque nos involucramos en la actividad gente del ICHICULT,de PRONAP, de Salas de Lectura, de SEECH, del Programa Estatal de Lectura, DEMAC, UACH... todos reunidos con el mismo fin.
Mis hijos adolescentes (que se negaron a acompañarme) me miraban incrédulos cuando les platiqué lo que sucedió y lo que me atreví a hacer "¡¡¡¿De veras leíste entre las naranjas?!!!" "y ¿No te encontraste conocidos por ahí que te reconocieran?!!!" Esas y otras preguntas lanzaron sorprendidos y yo me sonrío de su asombro.
La actividad se llamó justo así "Entre frutas, verduras y lecturas" y como yo quise leer uno de los cuentos que venden en dicha tienda pues lo hice recargada sobre una pila de brillantes y aromáticas naranjas... igualito que un bicho raro que se posa donde no debe. Y así me siento cada vez que voy a leer a esa tienda desde el micrófono que se usa para anunciar las ofertas, como un bicho raro al que quizá pocos escuchen, a otros moleste, pero satisfecha de seguir haciendo lo que tanto me gusta: intentando contagiar de esta delicia.
Este domingo no sólo leí desde el departamento de frutas sino que también tuve el privilegio de leer desde la tarima y, bueno, entusiamsada aun por aquello del día internacional de la mujer ¿qué creen que leí? nada más y nada menos que "Parábola del trueque" de mi queridísmo y favorito autor Juan José Arreola (lo pueden encontrar en http://sonoralectura.wordpress.com/2008/04/02/16/
Y al grito de ¡¡"Caaaaambio esposas viejas por nuevaaaaas"!! Me aventé todo el relato. Al menos dos personas preguntaron dónde podían encontrar el libro, jeje.
Les mando un abrazo,
Claudia Gaby
(Mariposa-bicho-raro-
que-se-posa-entre-las-frutas-
para-leer-un-rato)
(Claudia Gabriela Nájera Trujillo,
Bibliotecaria de la Escuela Primaria Estatal
"Melchor Ocampo" Chihuahua,Chiuahua)
1 comentario:
estimada maestra.
la felicito por la actividad realizada. es increible que se les haya ocurrido, ya que el super es el lugar menos pensado para propiciar la lectura o cuando menos acercar a personas al conocimiento de algún libro o autor que normalmente no tendrían acceso.
Nuevamente felicidades y siga adelante.
Profra. Alma Rosa Parra
Asesor Técnico Pedagógico
Nogales, Sonora
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